Los pacientes que sufren una cardiopatía congénita pueden tener o no una vida normal, 'depende del tipo de patología, de su grado y de la posibilidad de tratamiento'. Por ejemplo, todos los casos de conducto arterioso persistente diagnosticados deben ser tratados, 'pues de no ser así el 50 % no llegará al año de edad, y el 90 % desarrollará una insuficiencia cardiaca'. Tras la operación, sin embargo, los animales 'pueden tener una vida normal si el problema se ha resuelto por completo'. Cuando el problema es una estenosis 'la resolución quirúrgica a veces puede ser más complicada, y los pacientes pueden tener un peor pronóstico'. Sin embargo, algunos pueden llegar a vivir mucho tiempo, aunque 'a menudo presentan signos de insuficiencia cardiaca a edades medias o avanzadas'.

Las cardiopatías congénitas 'pueden llegar a ser difíciles de apreciar por los propietarios, ya que a veces son asintomáticas', aseguran los especialistas. Pueden notar que la mascota 'presenta fatiga, intolerancia al ejercicio o debilidad tras el esfuerzo'. Por esta razón 'la mejor forma de detectarlas es mediante las revisiones vacunales durante los primeros meses de vida'. Además de poner las vacunas, en esas consultas 'se realiza una exploración completa, en la que podemos detectar soplos, arritmias y otros signos' a partir de los que se puede iniciar un protocolo de diagnóstico, señalan.

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'Es importante que los dueños entiendan desde el primer momento cuál es el problema de su mascota y cuáles son las posibilidades de tratamiento para saber a qué se enfrentan, tanto emocional como económicamente', inciden los veterinarios. Se debe explicar con claridad todos los posibles escenarios que pueden suceder, 'desde una recuperación satisfactoria hasta un tratamiento crónico, o en el peor de los casos, un desenlace fatídico'.

Los propietarios deben ser conscientes de que 'las cardiomiopatías congénitas pueden ser hereditarias y, por tanto, transmisibles'. Los pacientes pueden ser intervenidos con éxito de su enfermedad, pero 'ningún animal que padezca estas patologías, a pesar de estar recuperado, debería ser utilizado para la reproducción', recuerdan los especialistas del hospital HA.

Los veterinarios deben 'concientizar a los dueños de que puede ser posible que los cachorros nazcan con estas malformaciones'. Estas enfermedades 'causan sufrimiento en el animal y en la familia que lo adopta. No sería ético criar cachorros que tienen alguna probabilidad, por muy pequeña que sea, de padecerla'.

 

PREDISPOSICIÓN RACIAL A CIERTAS ENFERMEDADES

 

Según la patología, hay razas más predispuestas que otras a sufrirla. La estenosis pulmonar, por ejemplo, 'es más frecuente en perros de razas pequeñas, como el chihuahua o el white highland terrier', pero no es raro encontrar casos en razas medianas y grandes, 'como el cocker spaniel, el bulldog francés, el bulldog inglés o el bóxer'. La estenosis aórtica, por su parte, 'es común en razas como rottweiler, terranova, dogo de burdeos o pastor alemán'. En cuanto al conducto arterioso persistente, 'suele existir predisposición en caniches, dóberman o pomerania'. Sin embargo, 'es importante puntualizar que cualquier enfermedad puede ocurrir en cualquier animal, con independencia de su raza', remarcan los veterinarios.

Respecto de las nuevas razas de perros, como la pomsky o el dálmata salchicha, reconocen que 'todavía no existen estudios suficientes para poder decir que tienen más probabilidades de padecer cardiomiopatías congénitas'. Sin embargo, al tratarse de enfermedades con predisposición genética y hereditaria, 'es probable que estos cruces adquieran las enfermedades más comunes de cada una de las razas a las que pertenecen'.

Tanto la medicina veterinaria como la humana están siempre en constante evolución. En el tratamiento de estos trastornos en pequeños animales 'se están empezando a implantar nuevas técnicas quirúrgicas' menos invasivas y que podrían obtener mejores pronósticos. En el caso de la estenosis pulmonar, 'el tratamiento tradicional consiste en una valvuloplastia de globo, se utiliza un globo para dilatar el defecto de la válvula pulmonar'. Hoy existe otro procedimiento 'realmente novedoso': se emplea un stent pulmonar. Es una técnica 'adecuada en casos de arterias hipoplásicas o en perros con estenosis pulmonar grave y una arteria coronaria derecha aberrante, en los que la valvuloplastia con globo no estaba indicada', celebran. 

 

Fuente: Diario Veterinario

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